Viajar es lo especial, lo atractivo y emocionante. Sin embargo, aunque sea en grupo, con amigos dispuestos a hablar y a compartir experiencias o planificar la estancia, el trayecto hasta el lugar de destino, o la vuelta, suele hacerse cuesta arriba.
La música es uno de los hobbies de la mayor parte de las personas. Puede disfrutarse de ella de forma individual o compartiendo los auriculares con un compañero de viaje. Si el caso es el segundo, que los gustos musicales no sean los mismos deja de ser un inconveniente, ya que el acompañante prefiere adaptarse a pasar el viaje sin hilo musical. La variedad de sintonías y de intérpretes que pueden incluirse en un aparato mp3 es un elemento positivo más para esta opción.
Leer es una actividad menos extendida, pero que en casos de aburrimiento es también asequible. Los aficionados a la lectura acuden rápido al libro y no tienen problemas para aislarse del mundo que les rodea y enfrascarse en una novela. Además, la variedad de tipos de textos a los que se puede acudir permite a los menos adeptos entretenerse con revistas de las temáticas más variadas, folletos más o menos extensos o libros especializados para los interesados en materias determinadas.
Disfrutar del paisaje, especialmente si es en avión, es otra de las formas de ver pasar el tiempo sin darse cuenta. Si lo exterior al medio de transporte es interesante, la atención se fija al instante. Nos empapamos de la cultura visual del espectáculo al aire libre. Si el viaje es en avión, la ventanilla es un aliado indispensable.
La tecnología es un factor útil contra el aburrimiento a la hora de viajar. Las consolas o DVD’s portátiles para ver películas son menos asequibles para cualquier bolsillo, pero garantizan entretenimiento por un largo período de tiempo. Desde las famosas maquinitas de juegos hasta las opciones multimedia del móvil completan este abanico de posibilidades.
A pesar de estas opciones, los juegos, por ejemplo los de mesa siguen siendo un clásico apasionante para muchos aficionados. Un grupo de personas en torno a una baraja de cartas es, a menudo, mucho más divertido, y sobre todo más social, que cualquier opción tecnológica. Las conversaciones con los compañeros de viaje para entablar nuevas relaciones son más enriquecedoras y positivas para las personas.
Cualquier opción es válida con tal de que el viaje resulte ameno y se guarden fuerzas para disfrutar del lugar de destino. Una propuesta es la de este vídeo, que nos invita a grabar aquello que vayamos encontrando.