Aprender idiomas: claves para el éxito

Todos, de una manera u otra, hemos intentado aprender inglés. Los más tradicionales se conforman con el del colegio, pero todos sabemos que eso no es suficiente. Academias, becas y viajes de estudio en verano o incluso todo el año son las opciones más recurrentes.

Si se trata de viajes para estudiantes al extranjero, son muchas las empresas que ofertan este tipo de actividades: EF, InterWay, United-Languages, MundoIdiomas… y los países más demandados son Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Irlanda y Malta.

En Estados Unidos lo más frecuente es la estancia en familia, por el carácter generalmente afable y distendido de la población, sobre todo en las zonas costeras. Sin embargo, se ofertan también residencias en las ciudades más concurridas. Hay programas que escogen ciudades cercanas a las grandes para mantener a los estudiantes alejados del bullicio y más protegidos. Por ejemplo, en lugar de ir a Los Ángeles, se vive en San Diego y se hacen excursiones para visitar estas grandes urbes.

Canadá tiene una oferta similar, con la particularidad de que el francés es un idioma que está muy extendido en este país por lo que los estudiantes pueden escoger entre una lengua u otra. Ciudades como Toronto o Montreal son las más demandadas.

En Gran Bretaña e Irlanda el ambiente es diferente. Son ciudades europeas y sus ciudadanos no se caracterizan precisamente por la amabilidad. Por esta razón están más extendidas las residencias de estudiantes, que prefieren un ambiente de mayor libertad e independencia, y una comida de hotel, que tampoco es gran cosa, antes que la típica comida británica o irlandesa. El programa para adultos es más amplio y variado en estas zonas, ya que prefieren un lugar más cercano y suelen disponer de menos tiempo para dedicarlo al aprendizaje de un idioma de esta forma.

Malta es el paraíso de los estudiantes jóvenes. Su clima mediterráneo y su ambiente tanto de día como de noche, la playa…son atractivos que convierten a la isla en uno de los sitios más demandados ya que no sólo se aprende inglés, sino que las salidas nocturnas son diarias y la diversión está garantizada.

Este tipo de programas tiene la duración que cada usuario desee. El mínimo suelen ser dos semanas, pero la estancia puede alargarse a todo el verano o a un curso escolar completo. También se ofertan campamentos o cursos encaminados al entrenamiento de algún deporte a la vez que se practica el idioma.

La experiencia es enriquecedora en todos los casos. Todo depende del sentido que se le quiera dar al viaje. Si el estudiante se lo toma en serio, los resultados pueden ser muy positivos y el nivel de inglés puede mejorarse sustancialmente. Cuanto más larga sea la estancia, mejor, por supuesto. Sin embargo, un estudiante que sólo se relacione con españoles y su preocupación sea la diversión, su viaje habrá sido impresionante para él o ella, pero no habrá aprendido nada de inglés. Todo depende del ritmo que vayan tomando las cosas, pero elegir el sitio adecuado para aprender un idioma es siempre un buen comienzo.

Os dejamos con un vídeo promocional para que os hagáis una idea de lo que ofertan estas empresas.